Los piercings son ya parte de la cultura moderna. Los tiempos en los que causaban una mala impresión se quedaron atrás. Hoy son muchas las personas que se suman a esta tendencia. Aprovecha esta oportunidad para aprender más del tema.
El término “piercing”, de origen anglosajón, posee muchos significados. El más básico hace referencia a la perforación de alguna zona del cuerpo para introducir en ella una joya o arete.
Ahora bien, se suele utilizar la palabra en algunos casos para referirse al objeto. Es decir, a las joyas que se coloca en el cuerpo. Sea como sea, el término engloba ambas nociones por igual.
Al igual que con muchos otros accesorios, se ha tejido muchos mitos en torno a los piercings. Veamos los más conocidos y que mayor controversia han generado:
A medida que el tiempo ha pasado, se ha ido ampliando el número de zonas donde se puede colocar un piercing. Al margen de eso existen algunas áreas que se mantienen como las populares, a saber:
Tal como vimos en nuestro artículo de piercing en las orejas, esta es una zona del cuerpo sumamente versátil. Es cierto que en líneas generales la mayoría de las personas opta por usar el cartílago superior.
Pero esa es solamente una de las partes que puedes utilizar. En pocas palabras, casi toda la oreja sirve para colocar un piercing. E incluso puedes probar a ponerte varios, dado que hay bastante espacio.
Los piercings en las orejas dan mucha elegancia por su estilo. Sin embargo, esta parte del cuerpo está a la vista. Es ideal siempre y cuando no te moleste llamar la atención de las miradas ajenas.
El cuello es una parte corporal sumamente erógena. Al añadirle una perforación estarás explotando la sensualidad que brinda. En especial si tu cabello es corto, puesto que el contraste hace destacar la joya.
Los modelos existentes para piercings en el cuello son muchos. No obstante, cada parte destacará uno distinto. Por ejemplo, la zona trasera va de maravilla con un piercing doble.
Del piercing en la nariz también hemos hablado en otro artículo. Esta es por mucho la zona corporal más llamativa, puesto que se halla en el centro de la cara. Y tal como en el caso anterior, aquí también hay muchísima variedad.
Una perforación en la nariz puede ir ubicada en varias partes de la misma. Pero además puedes jugar con la orientación, pudiendo colocarla horizontal o verticalmente en función del tipo de piercing.
Los piercings en la nariz mejoran muchísimo la estética. Le brindan a esa parte de tu cuerpo una sutileza encantadora. Y por si eso no bastara, hacen destacar la silueta y la figura de todo el conjunto.
Aunque no lo parezca, las caderas son una zona muy usada cuando alguien quiere hacerse una perforación. Poseen la enorme ventaja de que no albergan tantas terminaciones nerviosas como otras áreas. Gracias a eso, se puede perforar muy fácilmente.
Tradicionalmente, las chicas utilizan la espalda baja. Posiblemente se deba a que allí se marcan bien los huesos, cosa que da una mejor estética al piercing.
Los labios también son una parte llamativa, indudablemente. Aunque supera a las anteriores en todo lo que se refiere a sensualidad. Este es el sitio donde más sexy se verá un piercing.
Esta zona ganó mucha popularidad a partir de los piercings inspirados en Madonna y Marilyn Monroe. Pero además se ha hecho popular por permitir la colocación de varias perforaciones simultáneas. Si quieres conocer todas las combinaciones, lee nuestro post de piercing en el labio.
Cuando hablamos de piercings en el pecho nos referimos a cualquiera que vaya en esa zona. Es decir, puede ir perfectamente en el centro o en los pezones. Resulta más común en la población femenina, pero en tiempos recientes muchos hombres la han usado.
Si bien puedes experimentar con las partes del pecho, la sensación variará de una a otra. En los pezones habrá un ligero dolor. En cambio, en la parte central no sentirás nada. En ambos casos, te verás igual de seductor.
Las cejas son quizá la zona que más recientemente se ha aprovechado para las perforaciones. A decir verdad, no cuenta con la versatilidad tan amplia de las ya mencionadas. Ello se debe a que es una parte más reducida en tamaño.
En contraste con eso, puede darte un estilo único, pues no hay mucha gente que la utilice. Hay diversas joyas y orientaciones con las que puedes probar hasta dar con la mejor. Todas las encontrarás en nuestro artículo sobre piercing en la ceja.
Esta es una zona muy explotada por los fans de las perforaciones. Con todo, no ha perdido su toque de sensualidad. Es ideal si has trabajado en tu abdomen y quieres atraer hacia él toda la atención.
Este piercing tiene una ventaja adicional, y esta es que puedes ocultarlo fácilmente. En ese sentido, lo puedes llevar por ejemplo a tu trabajo sin que se note.
En consecuencia, tienes la posibilidad de mostrarlo y ocultarlo cuando tú quieras. Dispones igualmente de varios modelos y estilos distintos, todos incluidos en nuestro post sobre el piercing en el ombligo.
A esta zona no se la ha aprovechado lo suficiente todavía. Quizá porque se ha esparcido muchos rumores acerca de las perforaciones hechas allí. Por suerte, todos son erróneos.
Un piercing en la lengua brinda una imagen salvaje, sensual y misteriosa al mismo tiempo. Es otra opción si quieres un adorno único, algo que difícilmente pueda verse en otra persona.
En nuestro artículo sobre el piercing en la lengua encontrarás las diversas variantes que existen. Échale un vistazo si decides optar por esta perforación, ya que así sabrás qué modelo escoger.
Antes de que procedas a colocarte un piercing, queremos mostrarte algunos puntos a considerar. Préstales atención y tendrás una experiencia agradable:
Los piercings son de por sí algo muy seguro. Sin embargo, es necesario que antes de ponerte uno verifiques que no padeces ninguna patología. Esto porque si es así tus niveles de defensa bajarán bastante.
Con una defensa baja es más difícil que se cicatrice bien el piercing. Por lo tanto, estarías exponiéndote fácilmente a una infección. De ese modo, es mejor detectar la condición y tratarla primero, en caso de que la haya.
Más arriba vimos las mejores zonas donde puedes colocarte un piercing. Habiendo tantas, es lógico deducir que nuestro cuerpo se adapta muy bien a las perforaciones. Eso es cierto en líneas generales, aunque siempre hay una excepción según tu propia anatomía.
Por ejemplo, muchas personas quieren una perforación en el frenillo de la lengua. Pero no todas lo tienen lo bastante largo como para ello. Así las cosas, te recomendamos indagar bien en tu propio cuerpo antes de escoger la zona del piercing.
Debes acudir con un perforador profesional. Un piercing amerita ser colocado por manos expertas y en condiciones aptas, o todo podría salir mal para ti. Asimismo suminístrale tu historial médico, para que sepa en qué condiciones estás.