Más que una moda, los piercings en la nariz son ya una marca de identidad. Cada día son más las personas que se animan a usarlos. Y antes de que tú también lo hagas, queremos enseñarte algunas cosas sobre ellos.
Si bien es cierto que el piercing en la nariz es visto primordialmente como un accesorio, no carece de significado. Este ha ido variando con el tiempo según la época y la cultura:
Este significado es propio de la India. Allí las mujeres solían usar un piercing en la nariz que debía ir conectado a su cabellera. Esto mediante una cadena de oro. Luego, el día de su boda, el esposo retiraba la perforación para simbolizar la buena suerte en su unión.
Este otro significado lo encontramos en la Biblia. Allí se señala que el aro en la nariz simbolizaba el amor entre Rebeca e Isaac.
En la India el piercing en la nariz era también un símbolo de protección. De acuerdo con sus creencias, el aro espantaba a los espíritus malignos que pudiesen entrar por las fosas nasales.
Este es sin dudas el significado más moderno. El piercing en la nariz como símbolo de rebeldía nació en la escena punk de los 70’s. De ahí en más se ha utilizado para demostrar un desapego a las normas.
Conforme han pasado los años han aparecido más y más tipos de piercings en la nariz. En este apartado hemos recopilado los más tradicionales y también los más desafiantes:
Este tipo de piercing en la nariz es seguramente el que más fama ha tenido en los tiempos recientes. Conocido también como “piercing de puente”, debe su nombre a que va en el puente de la nariz de forma horizontal.
El piercing bridge es colocado con una pequeña barra. Esta última es la que atraviesa el puente de la nariz, y puede ser recta o curva. Preferiblemente no deberá tener un diámetro mayor a los 2 milímetros. Su función es sostener los extremos del piercing.
Este tipo de piercing en la nariz, debido a la zona donde está, suele generar muy poco dolor cuando es insertado. Pero por ese mismo motivo tarda más en recuperarse. El rango promedio de cicatrización es de entre 4 a 6 meses.
Si bien dijimos que el piercing bridge va horizontalmente, no es imposible colocarlo de modo vertical. Es algo menos común, aunque el procedimiento y el tiempo de curación son prácticamente iguales.
Este es el piercing en la nariz más común y el primero en el que pensamos. Va colocado en el cartílago de las aletas de la nariz, por lo que casi no produce dolor. Cabe destacar además que puede cicatrizar en menos de cuatro meses.
Tradicionalmente se ha hablado mucho acerca de la aleta usada para el piercing nostril. Para los hombres suele utilizarse la izquierda, reservándose así la derecha para las mujeres. No obstante, esta costumbre ha venido perdiendo fuerza, y ya hoy en día queda a tu completa elección.
Este piercing puede usarse con aros y puntos de diamante, siendo estos últimos los más novedosos en la actualidad. De cualquier forma, la joya en cuestión deberá tener un rango de tamaño de entre 0.8 a 2 milímetros.
Hay muchas maneras de variar este piercing en la nariz. Puedes por ejemplo perforarte las dos aletas y colocar un pendiente distinto en cada una. O en cambio hacerte dos perforaciones en una misma aleta y ponerte dos aros finos. Existe también una variante:
A esta perforación se le suele denominar “piercing toro”, dada la forma que tiene. Pero su nombre común, “piercing septum”, también tiene una razón de ser. La zona donde va es precisamente el septo, que es el hueco del cartílago que divide las fosas nasales.
Para colocar este piercing se perfora la piel que está al final del tabique. Aunque no se lo atraviesa del todo. En esa área están presentes muchas terminaciones nerviosas. De ese modo es normal que provoque un poco más de dolor que otros piercings.
En contraste con ello tenemos que este piercing sana muy rápido, pudiendo curarse en tan solo un mes. Por otra parte, el grosor de la perforación dependerá de la joya que desees lucir. Pero el diámetro más recomendado es entre 1.2 y 2.5 milímetros.
Este piercing en la nariz se ha vuelto el más arriesgado de todos. Te brindará una apariencia radical y rebelde, y es además una de las opciones con más variedad para combinar.
El piercing nasallang es muy similar al bridge. También va de forma horizontal, pero se coloca entre las fosas nasales y el tabique. Esto se hace mediante tres perforaciones.
Las perforaciones van a través de las aletas y atraviesan el tabique. Para sostener el piercing y unir los agujeros se emplea una barra. Esta suele ser de alrededor de 1.6 milímetros de diámetro.
Esta clase de piercing en la nariz es la menos frecuente. Sin dudas llama muchísimo la atención y duele más que las perforaciones anteriores. Por suerte, no es algo excesivo, y se cura en un tiempo no mayor a los dos meses.
A simple vista para elegir un piercing lo que debes hacer es ir probando hasta ver dónde te queda mejor. Eso es innegable. Pero hay dos puntos más que no debes descuidar si realmente quieres sentirte a gusto con tu perforación:
Primero que nada debes entender cómo te concibes a ti mismo. Si eres tierno o rebelde, extravagante o discreto. Los piercings son mucho más que rebeldía: pueden transmitir tu carácter. Descubre el tuyo y así sabrás cuál diseño se adapta más.
Hay muchos materiales en cuanto a este tipo de piercings. No obstante, existen dos que te recomendamos por encima de los demás: el oro y el titanio. La razón principal para recomendarlos es que permiten una cicatrización más rápida. Y son materiales que difícilmente pueden contraer infecciones.
Limpiar un piercing en la nariz no conlleva mucho trabajo. Sin embargo, nos hemos dado a la tarea de simplificarlo para ti en unos pocos pasos:
El primer paso a seguir es preparar una solución salina. Esta es muy útil, ya que no contamina ni genera reacciones. Para esto primero llena una taza de no más de 8 onzas con agua tibia. Luego vierte en ella ¼ de una cucharada de sal, y agítala.
Claro está, otra opción es comprar la solución. La conseguirás en cualquier farmacia y a muy buen precio, pues suelen ser económicas. Cualquiera de las dos alternativas es igual de funcional.
El segundo paso consiste en el lavamiento de manos. A pesar de que pueda parecer algo cotidiano, realmente es importante al tratarse de un piercing en la nariz.
Cualquier bacteria puede convertirse en una infección si entra en la perforación. Por consiguiente, hazte con un jabón antibacteriano y utilízalo para este paso. Debes asegurarte de que nadie más use ese jabón.
El tercer paso es coger una bola de algodón y sumergirla en la solución salina. Una vez hecho eso, presiónala sobre el piercing y mantenla allí durante unos tres minutos.
Al presionar debes tratar de no usar mucha fuerza. Hazlo de forma suave, con calma. Asimismo antes de retirar la bola verifica que no se haya quedado atrapada en el piercing.
Ya para concluir busca un pañuelo de papel que esté totalmente limpio. Después utilízalo para secar el área en torno al piercing. Bajo ninguna circunstancia uses una toalla de tela, puesto que las mismas suelen contener muchas bacterias.
Colocamos este paso como extra porque no es obligatorio. Puedes utilizar, si así lo deseas, aceite de lavanda para lubricar tu piercing. Dicho aceite sirve también para acelerar la cicatrización.
Para lubricar el piercing deberás utilizar un paño sin pelusa previamente sumergido en el aceite. Ve girando la perforación mientras lubricas, y limpia el exceso con otro pañuelo de papel.