Un piercing en la oreja es un accesorio elegante, llamativo y muy cómodo. Aunque ha estado de moda desde hace ya un tiempo, recientemente ha cobrado todavía más fuerza. Si quieres sumarte a esta tendencia, en este artículo encontrarás todo lo que necesitas saber.
A diferencia de lo que se cree, un piercing en la oreja puede ir en muchas zonas. Cada una tiene su propia elasticidad y un tiempo distinto para cicatrizar:
El lóbulo es la zona de la oreja por antonomasia a la hora de realizarse una perforación. No es de extrañar que sea así, ya que muchos padres suelen abrirles los agujeros a sus hijas desde temprana edad. Y esto aplica para ambas orejas.
El hecho de tener ya los agujeros hechos evita el proceso de abrirlos. En consecuencia, es una opción rápida y nada dolorosa, por lo que puedes centrarte directamente en elegir el diseño.
Ahora bien, en contadas ocasiones sucede que la chica no tiene perforados los lóbulos. En ese caso, no hay problema. Esta zona es bastante suave y cede sin problemas a las agujas. Gracias a ello la curación suele tomar menos de un mes.
El orbital es un área que se localiza en la parte más baja del cartílago de cada oreja. Es un tanto más sensible que el lóbulo, de modo que su perforación es más lenta. De la misma manera, su tiempo de curación es mayor, pudiendo ser de hasta tres meses.
En contraste con lo anterior, el orbital es un punto muy original que pocas chicas aprovechan. Cualquier perforación en él lucirá increíble. En especial si se trata de un arete delgado.
Esta parte se encuentra en el interior del pliegue superior de la oreja. Es otra zona muy poco utilizada, aunque precisamente por eso se destaca tanto.
El flat combina principalmente con piercings sencillos y poco ostentosos. Un ejemplo muy visto son los que tienen forma de luna. El tamaño también tiene mucho que ver, y es preferible que elijas modelos pequeños.
Esta zona ha cobrado mucho protagonismo, y es por ello que la separamos del lóbulo. El lóbulo superior se caracteriza por ser bastante delgado. Tiene mucha elasticidad, lo cual evita el dolor a la hora de perforarlo.
Por si eso fuera poco, esta área sana rápidamente. En cuestión de un par de semanas ya habrá cicatrizado por completo. Es por ese motivo que se convierte en la mejor opción si vas a hacerte un piercing por primera vez.
Tradicionalmente los piercings que van en la oreja son clasificados de acuerdo con su ubicación. Ese es el criterio principal para distribuir lo diferentes tipos que hay, aunque no es el único. De cualquier forma, nos centraremos en los más populares:
Podríamos decir que este tipo de piercing en la oreja es por mucho el más común de todos. La razón es muy sencilla. Y es que, como ya dijimos, suele ser el primer agujero que se hace a una niña.
Los piercings de lóbulo superior son para muchas mujeres el pendiente principal. Aquí hay muchísimas opciones disponibles: piedras naturales, aritos con formas, aritos lisos, etc. Al final de cuentas tu estilo es el que debe decidir.
Es común que este piercing en la oreja destaque frente a todos los demás accesorios. Para lograr ese efecto generalmente se opta por un modelo más grande. Asimismo es costumbre utilizar el mismo piercing en ambas orejas, pero puedes probar con diferentes tamaños.
Estos piercings, situados en la zona superior del lóbulo, son un tanto más versátiles. En esta parte de la oreja puedes hacerte sin problemas hasta cinco agujeros para las perforaciones. No obstante, con dos quizá te resulte suficiente.
A diferencia del piercing en la oreja anterior, este otro tiende a ser más discreto. En lugar de buscar diseños grandes se opta por los pequeños. Hay una gran variedad en lo que se refiere a las formas disponibles. Pero puedes igualmente escoger uno colgante.
Este piercing va en la zona superior de la oreja. Exactamente, encima del cartílago. En los últimos tiempos ha ganado fama, llegando a ser incluso más popular que los piercings de lóbulo.
La zona donde va este piercing también permite tener varios agujeros. Posteriormente puedes jugar con muchísimas combinaciones. Por ejemplo, un piercing de aro colgante con uno de arito liso que quede más ajustado.
El contrahélix va en la zona contraria del hélix, es decir, la que está entre la oreja y la cara. Aquí es recomendable que te conformes con un solo agujero, dada la delgadez de esta parte.
Las opciones con el contrahélix son casi las mismas que para el hélix. Sin embargo, las últimas tendencias han sido los aritos pequeños. Cualquier modelo que sea de alrededor de 8 milímetros encajará a la perfección.
Este piercing en la oreja es otro de los favoritos. Se hace en el cartílago interior de la oreja. Es por lo tanto la perforación más interna que puedes hacerte en esa parte de tu cuerpo. A su vez, exige que durante unos días no duermas sobre ese lado, para que cure más rápido.
Un punto curioso de este tipo de piercing es que sirve para aliviar los dolores de cabeza. El secreto está en que la zona donde va es utilizada en la acupuntura cuando se intenta calmar las migrañas. Por ende, más que solo un accesorio, es un tranquilizante muy eficaz.
En cuanto a los diseños, naturalmente debes optar por modelos reducidos. Uno grande podría generarte una sensación incómoda a largo plazo. Una de las formas que más ha estado en tendencia es la del corazón.
El piercing rook va dentro de la oreja en la cresta del cartílago. De ese modo, es otro de los tipos que más dolor puede causar en un principio. Aunque en cambio es de los más originales y poco comunes que verás.
Dada la zona, el rook no admite tantas variedades como otros tipos. Lógicamente debes utilizar piercings pequeños. Los aros lisos irán muy bien. Igualmente puedes usar BCR o una barra curvada.
Claro está, puedes desafiar la norma respecto al tamaño de este piercing. Pero en líneas generales no debería medir más de 1.2 mm.
A la hora de ponerte un piercing en la oreja, existen algunos aspectos que debes considerar. Toma en cuenta cada uno y evitarás cualquier riesgo:
Incluso si se sobreentiende, hay que mencionar que debes hallarte bien de salud. Una perforación es algo seguro y rápido. Sin embargo, si estás actualmente en alguna enfermedad es mejor que esperes a que se pase. De lo contrario podría entorpecerse el proceso.
Hay muchas personas que trabajan en el negocio de las perforaciones en la oreja. Pero no todas están igualmente capacitadas ni cumplen los estándares de sanidad. Ambos son puntos importantes, ya que pueden comprometer tu salud.
Lo más evidente en todo caso es cumplir con la sanidad. Un verdadero experto tendrá esterilizados todos sus materiales: la aguja, los guantes, etc. Eso te permitirá distinguir a alguien capacitado. Y por nada del mundo intentes perforarte tú misma.
Este punto no es del todo obligatorio. Si no la tienes no hay mayor problema. Pero te recomendamos ponértela en caso de que seas alérgico a algún material.
Un piercing en la oreja requiere de algunos cuidados para su correcta cicatrización. Asegúrate de seguir cada uno al pie de la letra: