El paso del tiempo ha permitido que el piercing en la lengua deje de ser un tabú. Al día de hoy es un accesorio que brinda una apariencia exótica y atrevida. Si estás pensando en ponerte uno, dedícate a leer primero la siguiente información.
El piercing en la lengua es actualmente un símbolo muy asociado con la sensualidad y la sexualidad. Es una de las perforaciones que más se aprovecha para generar placer. Pero en algunas civilizaciones antiguas el significado era otro.
Es el caso de los aztecas y los mayas. Para ellos la perforación de la lengua simbolizaba la valentía en los hombres. Quienes tenían una demostraban no temerle a ningún dolor, incluyendo la muerte.
Igualmente hay tribus que en la actualidad siguen dándole un significado al piercing en la lengua. En Australia existen muchas que utilizan esta práctica como un método para transformar a los hombres jóvenes en chamanes.
Como sucede con los otros piercings, los de la lengua son clasificados principalmente por su ubicación. No obstante, también se toma en cuenta la orientación y la apariencia que dan. Es así como tenemos:
Conocido también como “piercing de lengua central”, esta perforación debe su nombre a su ubicación. Se le coloca en la línea media de la lengua de forma vertical. En consecuencia, queda justamente en el centro.
Este piercing en la lengua viene con una pieza larga y recta que es la que penetra el tejido. Dicha pieza debe poder sobresalir por la parte inferior. De esa manera es posible apreciar los dos extremos o puntas de la perforación. Pero además asegura su estabilidad.
Esta perforación sin dudas tiene muy poca visibilidad. Ese es un punto a favor por el que muchas personas optan por ella. Al mismo tiempo, el piercing en la lengua media está bastante alejado de los dientes, con lo cual hay mayor seguridad.
El piercing en la lengua lateral se parece un poco al anterior. También se coloca en la mitad de la lengua. Sin embargo, en este caso la perforación no va en el centro, sino de un lado a otro. Es decir, a la izquierda o a la derecha.
La elección de un lado dependerá, evidentemente, de ti. Sin embargo, un criterio que te servirá mucho para elegir es saber con qué lado sueles masticar más. Si masticas usualmente con el izquierdo entonces te conviene hacer el piercing en el derecho, y viceversa.
Al escoger el lado con el que menos masticas estás asegurándote de que te sea cómodo el piercing. Por si no bastara, eso te ayudará a acelerar la cicatrización, pues la zona entrará en menos contacto con la comida.
Esta otra clase de piercing en la lengua es en realidad un grupo muy amplio. Básicamente la característica fundamental de esta perforación es que se realiza verticalmente en el primer centímetro de tu lengua. Todo piercing que cumpla esa condición es considerado como tal.
Es sencillo intuir que la zona donde va este piercing es un tanto más sensible que todo el resto. Ello se debe a que hay más terminaciones nerviosas que en todas las demás partes.
De igual forma se recomienda utilizar joyas o aros de poco tamaño. Esto permite una mayor movilidad y a su vez te garantiza el poder comer sin problemas. Pero durante las primeras semanas te será mejor tener solo una barra, hasta acostumbrarte.
Este es un tipo muy especial de piercing en la lengua. Su nombre no es fortuito. Se le llama de esa manera porque los dos extremos van a la izquierda y a la derecha de la punta. Por lo tanto se crea un efecto que los hace ver como si realmente fuesen dos ojos de serpiente.
A simple vista puede creerse que se trata de dos piezas distintas. Aunque la verdad es que ambas puntas van unidas por una barra que se encuentra dentro de la lengua. Por su ubicación, además, entra dentro del grupo de los piercings de punta.
Si quieres un piercing de este tipo necesitarás obligatoriamente a un experto. En la zona hay muchas terminaciones, por lo que se debe saber cómo insertar la perforación. Por lo general se inclina el piercing hacia dentro o hacia afuera, ya que es más seguro así.
Este piercing en la lengua se asemeja muchísimo al anterior. Va de forma horizontal, tal como el de ojos de serpiente. Pero no se realiza en la punta, sino más arriba. En ese sentido, los dos extremos sobresalen por la parte superior de la lengua. Uno a la izquierda y otro a la derecha.
Este es otro tipo que también exige bastante experiencia por parte del perforador. Asegúrate de preguntar si lo coloca, ya que no todos lo hacen.
Cabe mencionar asimismo que el piercing surface toma un poco más de tiempo para curarse. En algunos casos las personas deciden utilizar piercings con tres joyas. Eso da la impresión de que son dos perforaciones.
Este último piercing en la lengua requiere tener un frenillo lo suficientemente grueso. De lo contrario la perforación no logrará sostenerse, y se desplazará. Esto ocurre porque el cuerpo mismo lo expulsa. Por suerte, no es algo doloroso.
En contraste con todo eso, este piercing sana increíblemente rápido, más que todos los anteriores. Para su colocación se introduce la aguja en el tejido que une el maxilar inferior con la lengua.
Además del estilo, existe una serie de aspectos en los que debes fijarte cuando quieras un piercing en la lengua. Podemos resumirlos todos en estos dos:
El piercing en la lengua debe contar con mucha holgura. Esto se debe a que en algunas ocasiones la lengua se inflama ligeramente. Si la joya es lo bastante holgada, la inflamación se reduce en poco tiempo.
Y la holgura se determina precisamente por las medidas del piercing. Para el grosor se ha establecido un promedio común de 1.6 milímetros. Con esas dimensiones no tendrás ningún problema.
Por otra parte, la longitud del piercing en la lengua también tiene mucho peso y dependerá de qué tan gruesa sea. Si es delgada, con 12 o 16 milímetros debería ser más que suficiente. Ahora bien, una lengua gruesa puede necesitar hasta 22 milímetros.
Los materiales para el piercing en la lengua son variados. El titanio es una buena opción. Aunque si hay un material predilecto es el bioplástico.
El mismo cuenta con propiedades flexibles que facilitan la sanación. De ese mismo modo, la flexibilidad brinda mucha comodidad al usuario. Es por lo tanto la mejor alternativa para tu primer piercing en la lengua.
Los cuidados de este tipo de piercing se diferencian bastante de los de otras perforaciones, por estar dentro de la boca. La curación será sencilla e indolora, siempre que sigas estas indicaciones:
Si sientes la necesidad de moverte el piercing, procura no hacerlo. Cualquier movimiento podría entorpecer el proceso de cicatrización. A su vez, si lo haces con mucha frecuencia podrías afectar tu dentadura.
A la hora de lavarte los dientes puedes hacerlo tal como siempre. Lo único que te recomendamos es optar por un cepillo de cerdas. El mismo es más suave que los cepillos tradicionales, lo cual contribuye a no maltratar el piercing.
Ahora bien, la frecuencia de limpieza debe ser de al menos 3 veces por día. Preferiblemente hazlo luego de haber comido. Este constante mantenimiento ayudará mucho a la curación.
Durante las primeras semanas tienes que evitar por completo la práctica del sexo oral. Esta puede acabar moviendo el piercing, generándote incomodidad y dificultando la cicatrización.
Lo mismo pasa con el alcohol y los cigarrillos. Ambas sustancias pueden contaminar la perforación. Por lo menos mientras todavía está curándose. Y en el caso específico del alcohol, este puede quemar las células encargadas de llevar a cabo la cicatrización.
Si ya de por sí mover el piercing es indebido, quitártelo es aún peor. Al removerlo estás exponiendo la herida. Después, cuando vuelvas a ponértelo, puede suceder que entren muchas baterías. Por ende, correrás el riesgo de infectarte.
